11 de septiembre de 2013

¿Es Guacimeta el patito feo de Canarias?

Todos los aeropuertos canarios con influencia turística, o internacional, vieron cómo crecen o están a punto de realizar sus ampliaciones excepto uno, que en vez de subir baja. Ese único es Lanzarote.




La Palma ha visto culminadas hace poco, en 2012, sus obras de ampliación de plataforma y terminal de pasajeros, principalmente; y en 2010 hizo lo propio el recinto aeroportuario de Fuerteventura. Otros lo verán en años venideros, se trata de Gran Canaria y Tenerife Sur que aumentarán por completo, incluyendo una nueva pista frente a las actuales.


Mientras tanto, el aeropuerto de Los Rodeos, Tenerife Norte, incrementó recientemente el espacio de su suelo para el estacionamiento de aeronaves y en breve tendrá a punto nuevas instalaciones así como la Terminal de Carga además de la finalizada y nueva torre de control; por otro lado, está pendiente de resolver algunos litigios territoriales que corresponden con la ampliación del recinto aeroportuario que permitirían desplazar el campo de vuelo hacia el sur para obtener unas operaciones más seguras y distanciadas de la calle de rodadura y plataforma.
Por el contrario, Guacimeta verá reducir 100 metros de los 2400 que actualmente tiene la pista, dicha actuación será acometida por el lado sur para obtener "mayor margen de frenada" en caso de aterrizaje por la pista 21. Con ello alegando la implantación de mejoras en seguridad, teniendo por excusa aquella salida de pista de un Boeing 737-800 de Air Europa en 2008, algo difícil de entender porque situaciones como éstas suceden también en otros aeropuertos, incluso de grandes infraestructuras.
Lógicamente, se podría obtener la ampliación de esos 100 metros de pista (siendo 2500m totales de asfalto) para los mencionados márgenes de frenada mientras se mantengan las distancias entre los umbrales del campo de vuelo, en vez de los solicitados cuatrocientos metros de ampliación hacia el mar. Pero no ha sido así y AENA ha decidido hacer lo contrario en su Plan Director.
Por lo tanto, resulta incomprensible este tratamiento que hace retroceder al aeropuerto de Lanzarote cuando fue de los que más beneficio económico aportó según los últimos datos estadísticos, de 2010 y 2011, junto a otros cuatro aeródromos canarios con algo mas de 8 millones de euros cada ejercicio, siendo uno de los diez aeropuertos más rentables de la geografía nacional.
No es, por supuestísimo, una acertada decisión. Este recorte de pista causará escalas técnicas en otros aeropuertos para repostar por motivos operacionales, es decir, la modificación del campo de vuelo obligará a cambiar las cartas de navegación y las tablas de operaciones relacionadas especialmente con la carga y combustible de las aeronaves reduciendo, por tanto, el límite de peso máximo al despegue (MTOW) y otros parámetros significativos. Y esto no es nuevo, hasta día de hoy se han dado casos de aviones que se vieron con la necesidad de hacer alguna parada en Fuerteventura, Faro o Burdeos para repostar combustible o bien dejar peso (maletas) en tierra para poder llegar a destino sin escalas. Hablamos incluso de modelos como el A320 o el B737, muy habituales en Guacimeta.


Y lo más importante, quizás sea grave que lo hayan pasado por alto y que tendrá consecuencias considerables cuando se efectúen las aproximaciones en configuración sur, es que la reducción de pista conlleva el desplazamiento de cada área del campo de vuelo de acuerdo a las distancias proporcionales establecidas; es decir, la zona de toma (aterrizajes) se moverá acercándose al umbral de pista 21 haciendo que los aviones deban tomar tierra unos metros antes y, por tanto, ello supone que deban volar un poco más bajo con respecto al nivel del terreno: ese gran escollo para los pilotos cuando se disponen a aterrizar por la RWY21 "sorteando" los obstáculos de la loma de Güime y añadiendo peligrosidad si existen rachas de viento o nubosidad muy baja, por lo que en estas circunstancias se producirín aterrizajes abortados y desvíos a Fuerteventura u otro aeropuerto alternativo.





Visto estos dos problemas que podrían darse con mayor facilidad en caso de modificar el campo de vuelo, tanto al aterrizaje como al despegue, nos preguntaremos si esto es lo que queremos. Yo, desde luego que no.
Tan solo nos queda esperar que AENA cambie de opinión y deje, al menos, las cosas como estaban. Lo que sí será necesario para un futuro próximo son mejoras y ampliaciones de terminal e infraestructuras así como nuevos controles de seguridad, más espacio en algunas zonas de las terminales o alguna pasarela que conecte directamente desde la planta 1 de la terminal de vuelos nacionales e internacionales a la Terminal T2.
Y todo porque Lanzarote lo merece: ha visto aumentar progresivamente el número de pasajeros u operaciones, además de recibir nuevas procedencias en los últimos años como el polaco o francés, las compañías apuestan por ello ampliando sus frecuencias aéreas en Guacimeta, sin olvidar que también ha soportado varios contratiempos, especialmente los causados gravemente por meteorología adversa, denominada “tiempo del sur”; y, como se había mencionado antes, es de los que reportan mejores beneficios económicos frente a otros aeropuertos españoles. En definitiva, dejen que crezca como los niños.

No hay comentarios:

Publicar un comentario