23 de septiembre de 2013

Expedientan a cinco controladores por despedirse de un piloto

¿Han oído esta corta (pero suficiente, 35 segundos) y emotiva canción de despedida por parte de los controladores aéreos a un comandante de Iberia que se jubila, a pocos instantes de tomar tierra y, por tanto, de finalizar toda una gloriosa etapa de aviador? Escuchen:

 ¿A qué es bonito? Todos en algún momento querremos que nuestro final de vida laboral sea algo así parecido, ¿por qué prohibirlo? ¿Será porque esto es España? ¡Qué novedad! Así es que a los entes públicos y estatales AENA, SENASA y/o AESA no le han gustado y han decidido expedientar a 5 controladores, los implicados en el adiós del piloto jubilado.
 Ellos alegan merma de seguridad, causando distracción al desviarse de los asuntos de control aéreo. Pues bien, siendo la aviación como el medio de transporte más seguro a nivel mundial, ¿por qué no puede permitirse algún pequeño margen para este tipo de ocasiones que puntualmente tanto lo merecen?
Muchos hemos oído a los ATC's informar y dar instrucciones a los pilotos a modo de villancicos dada la época navideña en que se encontraba. Sin olvidar el ‘momentazo’ de la llegada de la selección española de fúbol, campeona del Mundial de Sudáfrica 2010, a bordo de un Airbus A340 de Iberia; momento en el que todos, por frecuencia aérea, dedicaban unos segundos para felicitar o hacer alguna mención futbolera. ¿Acaso estos dos casos mencionados no son susceptibles de distracción en el trabajo? ¿Existe entonces doble vara de medir? Claro, denuncian o perdonan según les interese. Este hecho ha sucedido seguramente por la disputa entre AENA y controladores a causa del conflicto de los convenios y las huelgas.
Por otro lado, cabe indicar que la monotonía, los mismos patrones de trabajo día tras día, sí puede ser un verdadero peligro porque suele resultar cansino o aburrido, no prestando demasiada atención a lo que se hace; mientras que de esta forma, al tratarse de algo fuera de lo normal, hace que estén alerta prestando atención al asunto, sí, porque estando en alerta nos mantiene seguros de nuestra situación aunque no lo parezca.
Y más aún cuando bonitos gestos como la canción de despedida alegran el día y aportan al personal más dinamismo para trabajar. Pero parece que el ente público AENA, junto con SENASA y AESA, no lo ve así; pues mira, en verdadera materia de seguridad y, sobre todo, buen contacto humano suspenden ellos con un 'cero patatero'. Sin olvidarme de dar la enhorabuena al comandante Francisco Ubet por tantísimos (más de 30) años cumplidos al servicio de la aviación.

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