Una imagen de la aeronave accidentada. Fotografía de Pavel, en Planespotters.net
Las
condiciones meteorológicas eran completamente desfavorables con baja visibilidad por
fuertes lluvias además de ráfagas de viento de hasta 90km/h, provocando dos
intentos fallidos de aterrizaje en el aeropuerto y esperas que duraron casi dos horas; tras ese segundo intento se
elevaron nuevamente para dar la vuelta y probar “a la tercera la vencida” pero,
por causas desconocidas y sin haberse reportado la llamada de emergencia por parte de los pilotos, el avión cayó prácticamente en picado y colisionó
produciendo la explosión que una cámara fija de video-vigilancia pudo captar.
Cabe
destacar que entre los fallecidos se encuentran dos españoles, más en concreto
eran canarios. Se trata de Alejandro Álava, natural de Tenerife, como copiloto
del vuelo y Xavier Alexandro Curbelo, de Gran Canaria, ejercía de tripulante de
cabina de pasajeros.
Como se
decía, en total fallecieron 62 personas: 55 pasajeros y siete tripulantes.
Abunda la nacionalidad rusa entre quienes iban a bordo, también eran de Colombia, Grecia, Kazajistán e islas Seychelles.
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